No cabe duda que el mercado laboral se encuentra actualmente en todo un proceso de transformación, inmersa en lo que se conoce como la cuarta revolución industrial. Los avances tecnológicos y los nuevos desafíos podrían suponer cierta incertidumbre debido al desplazamiento de los puestos de trabajo por el proceso de automatización.
Sin embargo, al contrario de esta idea, todo indica que el cambio estaría orientado más bien hacia la evolución del tipo de ocupaciones y habilidades con mayor demanda en el mercado laboral, donde juega un papel importante la capacidad y rapidez para adaptación y adecuación ante los nuevos retos.
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Ahora bien, aunque esto representa una innovación y nuevas vías de exploración para el desempeño laboral, también implica un reto en lo que respecta a la seguridad en el ambiente de trabajo, tomando en cuenta las dificultades para normal y controlar la protección del trabajador que se desenvuelve en diferentes ámbitos.
En función de ello, veamos entonces los riesgos laborales a los que puede estar expuesto un trabajador de acuerdo al tipo de actividad que desempeñe.
¿Qué tipos de trabajo pueden generar riesgos laborales?
De acuerdo a la Ley de Protección, el riesgo laboral implica la posibilidad de que un trabajador sufra un determinada daño producto de la actividad que desempeña. Ahora bien, según la magnitud que este daño pueda ocasionar, los tipos de trabajo que representan un mayor riesgo son los siguientes:
- Con exposición a radiaciones ionizantes.
- Con exposición a sustancias o mezclas causantes de toxicidad
- Donde se manipulen productos químicos de alto riesgo: sustancias carcinogénicas, teratogénicas y mutagénicas.
- Con exposición a agentes biológicos de los grupos 3 y 4.
- Donde se fabriquen, manipulen o usen explosivos, entre ellos los artículos pirotécnicos.
- Donde se practique la minería a cielo abierto y de interior,
- Actividades en inmersión bajo el agua, por ejemplo submarinismos.
- Actividades en obras de construcción, excavación, movimientos de tierras y túneles, con riesgo de caída de altura o sepultamiento.
- Actividades en la industria siderúrgica y en la construcción naval.
- Producción de gases comprimidos, licuados o disueltos.
- Donde se generen concentraciones elevadas de polvo silíceo (canteras) l) Donde existan riesgos eléctricos de alta tensión.
Algunos trabajos relacionados directamente con la generación de energía.
Tomando en cuenta que la energía, tanto renovable como no renovable, en todas sus transformaciones, juega un papel indispensable en el día a día; es lógico pensar que detrás de muchos de los elementos, recursos y/o servicios con los que interactuamos diariamente, está presente, de manera directa e indirecta, la labor de un personal responsable por garantizar su generación.
En este sentido, existen innumerables trabajos que pueden estar relacionados con generación de energía, desde un ingeniero encargado de diseñar y monitorear sistemas eléctricos, hasta un técnico de mantenimiento electromecánico de aerogeneradores eólicos; un ingeniero químico encargado del análisis de sustancias liquidas o gas, o un técnico mecánico que se ocupe del mantenimiento de la maquinaria y equipos donde se genera la energía neumática.
Son muchas y diversas las profesiones vinculadas con la generación de energía, tomando en cuenta que se trata de todo un sistema, donde los elementos deben estar engranados ya que cada uno juega un papel importante.
¿Cómo proteger a los trabajadores correctamente?
Ante el inminente riesgo al que se encuentra expuesto el personal que trabaja directamente con la generación de los diferentes tipos de energía; se hace necesario establecer un método que permita definir y aplicar procedimientos y normativas en función de garantizar la seguridad de quienes laboran bajo estas condiciones de trabajo.
En este sentido, es importante la participación de todas las áreas y personal relacionado, de manera que puedan formarse bajo una cultura de trabajo seguro, donde se fomente la protección y se minimicen los riesgos en el sitio donde laboran. Así mismo, es necesario que se procure la aplicación de políticas de seguridad a todo nivel, a fin de que se tomen acciones preventivas y/o correctivas ante factores que puedan generar algún accidente laboral.
Bajo este contexto, surgen programas como el Lock Out y Tag Out, basado en prácticas y procedimientos orientados a garantizar la seguridad del trabajador ante eventos inesperados con la operatividad de la maquinaria y equipos presentes en el ambiente de trabajo. Dicho programa, se ha convertido en una excelente estrategia para las empresas responsables y preocupadas por la integridad de su personal.
El futuro de la protección en el mundo laboral
De acuerdo a pronunciamientos realizados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), basados en su preocupación por procurar un ambiente laboral que beneficie a todos por igual; se hace necesario que: “…los Gobiernos, las organizaciones de empleadores y los trabajadores se comprometan a acciones que permitan “revitalizar el contrato social” que asegura a los últimos una participación justa en el progreso económico, el respeto de sus derechos y la protección de los riesgos a los que se exponen a cambio de su contribución laboral.”
En este sentido el llamado es aprovechar las profundas transformaciones a nivel tecnológico y social, permitiendo la inclusión hacia un mercado laboral con nuevas e innovadoras oportunidades, que puedan llegar a requerir la adecuación de un marco legal que permita ampliar la protección y seguridad del trabajador, independientemente de las condiciones donde se desenvuelva.
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